¿ Cómo actuar ante un despido?

La legislación laboral española establece plazos muy estrictos para que un trabajador pueda reclamar contra un despido. Cumplir estos tiempos es esencial, ya que una vez vencidos el trabajador pierde de manera definitiva su derecho a impugnar.

En primer lugar, el plazo general para impugnar un despido en España es de 20 días hábiles, excluyendo sábados, domingos y festivos. El cómputo comienza al día siguiente de la fecha en la que el despido surte efecto.

Antes de presentar una demanda en el juzgado de lo social, es obligatorio iniciar un procedimiento de conciliación administrativa. Para ello, el trabajador debe interponer una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC). Esta gestión suspende el plazo hasta que se celebre el acto de conciliación.

Si en dicho acto no se alcanza un acuerdo con la empresa, el trabajador debe presentar la demanda judicial en el tiempo restante del plazo inicial de 20 días.

⚠️ Muy importante: Una vez transcurridos los 20 días hábiles sin haber reclamado, el despido se convierte en firme y no puede ser impugnado en ningún caso. Por ello, es fundamental actuar con rapidez y contar con el asesoramiento de un abogado laboralista desde el primer momento.

¿ Cómo impugnar un despido?

Uno de los requisitos que tienen que cumplir los empleadores cuando despiden a un trabajador, sin excepción alguna, es entregar una carta de despido en la que se justifique el despido. Una vez recibida la carta por el trabajador despedido, este tiene varias alternativas para proteger sus derechos e impugnar su situación.

  1. Negociar en el acto de conciliación: Muchas veces, empresa y trabajador logran un acuerdo económico justo que evita llegar a juicio. Este acuerdo puede suponer el pago de una indemnización adecuada o incluso la readmisión voluntaria.

  2. Presentar demanda judicial: Si en la conciliación no se alcanza acuerdo o la propuesta empresarial es insuficiente, el trabajador puede interponer demanda ante el Juzgado de lo Social. Será el juez quien determine si el despido es procedente, improcedente o nulo.

  3. Solicitar la nulidad del despido: En casos en los que el despido vulnera derechos fundamentales —como discriminación por género, embarazo, represalias sindicales o situaciones de especial protección— se puede reclamar su nulidad. Esto implica la readmisión inmediata del trabajador con el pago de todos los salarios dejados de percibir (también conocidos como ¨salarios de tramitación¨).

  4. Reclamar indemnización y salarios pendientes: En los casos de despido improcedente, además de la indemnización correspondiente, el trabajador puede exigir el abono del finiquito completo y de los salarios adeudados.